Mi nombre es Mónica. Os presento mi jardín, un pequeño espacio verde en el que descanso y desconecto de los problemas del día a día. Mi jardín tiene un tamaño reducido pero es un oasis que disfrutamos toda la familia. Que nadie se desanime por tener un jardín pequeño. Con algunas ideas y trucos de diseño se puede convertir en un lugar del que sentirse orgulloso. Un poco de planificación, las plantas apropiadas y los muebles adecuados lo transformarán en un pequeño santuario donde relajarse durante los meses más cálidos.
Uno debe empezar pensando lo que necesita de su jardín y la manera de planificarlo para que se adapte a esas necesidades. En mi caso la idea era tener un espacio donde cultivar mis plantas favoritas, pero a la vez disponer de un lugar agradable donde poder sentarme con mi familia y amigos los días soleados. Hice un esbozo sobre un papel definiendo las zonas de plantación, un par de caminos necesarios y la terraza. De la ejecución se encargó un jardinero, ya que había que traer tierra e instalar el riego por goteo, pero cuando la estructura estuvo terminada yo misma me encargué de las plantas.
Cuando llega el momento de plantar hay que ser concienzudo. Con un espacio limitado tienes que ser muy selectivo al elegir las especies. Una zona de césped, aunque sea reducida siempre aporta sensación de frescor. A mi, personalmente, me gusta, y sembré un cuadrado de hierba en el centro del jardín. Las plantas de flor están dispuestas junto a las paredes y aproveché los muros para llenarlos con trepadoras que también florecen en primavera. Cuando el espacio horizontal está muy justo hay que utilizar el ingenio y valerse de las superficies verticales. Ahí, sobre las paredes, se pueden colgar cestas o contenedores donde cultivar hierbas, flores o incluso pequeños frutos, como estas fresas que yo cultivo en mi jardín.
Si se tiene muy poco espacio de suelo donde plantar siempre queda la opción de utilizar macetas y jardineras. Son un recurso fantástico para quienes quieren convertir un balcón o una terraza en un jardín. Son complementos que, además de permitir el cultivo de plantas, resultan muy decorativos. Contenedores y tiestos pueden marcar el estilo del jardín. Las macetas de terracota, por ejemplo, acentúan el carácter de un jardín mediterráneo.
Cuando llega el momento de elegir las plantas, uno no debe dejarse llevar por lo que más le gusta, sino pensar en las condiciones climáticas y el suelo del jardín. No todas las plantas prosperan bien en todo tipo de clima, ni con cualquier tipo de sustrato. Es un error de novato que yo misma cometí y me llevó a perder muchos ejemplares, tiempo y dinero. Es importante informarse antes de comprar. No tiene sentido plantar plantas que necesitan calor en zonas frías, ni plantas que necesitan humedad en regiones con veranos muy calurosos.
Mi jardín está en la región mediterránea, donde el clima es templado en invierno y tórrido en verano. Aquí crecen bien muchas plantas aromáticas como lavanda y romero, buganvillas, gazanias, jazmín, iris, gauras, margaritas, etc. Todas esas son las que aparecen en estas fotos. Y también el olivo, un árbol muy de nuestra tierra y que es el centro de este pequeño jardín.
También tengo en casa un pequeño huerto. Hoy en día es sencillo cultivar hortalizas en casa y resulta una experiencia muy gratificante. En los comercios venden estructuras para huertos caseros de distintos tamaños. Desde mesas elevadas de dimensiones muy contenidas, que sirven para balcones y pequeñas terrazas, hasta cajones algo más grandes que se montan a ras de suelo. Nosotros elegimos esta segunda opción porque tenemos una terraza de buenas dimensiones donde montarla. En ella hemos cultivado muchas hortalizas y aunque no sea un huerto que de productos suficientes para todas nuestras comidas, aquellas que elaboramos con nuestras verduras siempre nos saben mejor.
Para terminar me gustaría hablar de la conciencia ecológica que ahora, más que nunca, tiene mucha importancia. Somos conscientes de la delicada situación que vive el planeta y procuramos mantener nuestro pequeño jardín respetando al máximo el medio ambiente. Para ello evitamos utilizar productos químicos. Luchamos contra las plagas de insectos que consideramos realmente dañinas y lo hacemos con productos caseros y ecológicos. No fabricamos nuestro propio compost porque no hay espacio para ello, pero abonamos nuestras plantas con fertilizantes orgánicos. Con un mantenimiento natural del jardín se favorece la biodiversidad y el equilibrio natural. En nuestro jardín hay abejas, mariposas, mariquitas y todos esos insectos que tanto nos gustan a quienes amamos la naturaleza.
Espero haberos descrito bien lo agradable que es mantener un jardín, aunque sea pequeño. Es un trabajo que nunca acaba, siempre hay cosas que aprender, cosas que hacer y momentos para disfrutar de él.
Un pequeño jardín mediterráneo https://t.co/6HLQkoCu00
Hermoso jardín. Me inspiró para hacer el mío que ya lo tenía en mente pero no me he atrevido, y cuando veo este jardín me ayuda mucho con nuevas ideas, y también lo del compost y algunas plantas que sembrare para que me ayuden a eliminar los bichitos destructores.
Gracias
Me alegra que te guste y te sirva de inspiración. Seguro que consigues un jardín muy bonito.